jueves, 22 de septiembre de 2022

RETO MÓDULO 2. MARÍA MOLINER

 

He decidido centrar mi reto núm. 2 en María Moliner.

¿El porqué de esta elección? Me parece una persona que hay que elevar al pódium de mujeres-ejemplo con mayúsculas gracias a la trascendencia de su obra y a su enorme mérito personal y humano. Fue un modelo a seguir de trabajo titánico donde los haya. Su personalidad fuerte, de enorme valentía y determinación la llevaron durante más de 15 años a elaborar un diccionario, ella sola, haciendo gala de una enorme paciencia en llevar su empeño y culminando así una obra única, exhaustiva, meticulosa, perfeccionista, y de inmenso valor en su utilidad práctica, así como riguroso y recopilatorio en la forma de llevarlo a cabo. Una auténtica heroína.

He pensado en ella a raíz de un reportaje que emitió RTVE con ocasión de celebrarse en 2018, los 100 años de su nacimiento y recordar el gran impacto que me produjo su vida y su obra, digna de todo merecimiento.

A casi todos nos sonará por su nombre y apellido, pero menos de nosotros sabremos ubicar en realidad por qué debemos recordarla con admiración y respecto, incluso con orgullo por haber elevado a la lengua española a un nivel de precisión y de definición tan elevado. Tristemente es una gran desconocida en nuestra historia cultural. En los primeros años de la publicación del diccionario, el aplauso social fue minoritario y todavía años después de su muerte producida en 1981, era una gran desconocida por la mayoría, incluidos filólogos.

QUIÉN ERA MARIA MOLINER

Se la podría titular como la gran Señora de las Palabras.

Su biografía la define como filóloga, lexicógrafa y bibliotecaria, y su obra magna: “Diccionario de uso del español”. Es este, un diccionario de definiciones, de sinónimos, de expresiones, de frases hechas y de familias de palabras.

Fue también una gran divulgadora, aspecto este menos conocido en su biografía, pues trasladó sus conocimientos en lo que llamaron Misiones pedagógicas, haciendo llegar en la República los conocimientos, el saber, a las personas más desfavorecidas o con más dificultad de acceso a ella.

¿Por qué la incluyo dentro de la categoría de recuperación de historias de personas de gran valor, y sin embargo olvidadas o no suficientemente reconocidas?  Efectivamente ha dado su nombre a un Diccionario, “El Moliner” o “El María Moliner” como se le conoce coloquialmente y que así ha pasado ya a la historia vinculando su obra a su persona, y también es cierto que en el peor de los casos esto podría no haberse producido, pero, aun así, no fue reconocida en su justa medida, precisamente por el hecho de ser mujer, y por tocarle vivir en una época como fue la franquista, que la recluyó por motivos políticos. He de decir que mantuvo intactos sus ideales republicanos, aún sin poderlos expresar.

 Así vemos que sí se produjo una relegación por razón de género, y por causas ideológicas y sociales. En su caso se suman todas ellas, porque las mujeres en la historia son las olvidadas de los olvidados. De hecho, apuntar al respecto que no fue admitida en la Real Academia de la Lengua Española a pesar de la enorme trascendencia de su obra.

Moliner estaba convencida de que la Cultura es un vehículo de regeneración social, aspecto este que ella destacaba como revulsivo para romper techos limitadores, tabús y roles adquiridos que tan solo sirven para encasillar y diferenciar a las personas de manera discriminatoria.

Defendía la labor educativa y formativa de los bibliotecarios rurales, así como el valor de la palabra, capaz de unir a las personas en el entendimiento mutuo al que estamos llamados si queremos progresar como individuos sociales.

El léxico para ella era la “herramienta” que ponía a disposición del usuario no solo para definir el sentido de cada palabra, sino también obtener información sobre sus construcciones con preposición, sobre sus complementos habituales, notas sobre su uso, listas de sinónimos etc. Es decir, el lector con esta herramienta total podía servirse tanto para comprender el significado del término, como la de expresarse con él.

Introdujo además una nueva ordenación alfabética al considerar las letras CH y LL como simples, decisión que la RAE no adapta hasta 1994.

El reportaje es precioso, muy poético. La forma en que aborda su persona, con declaraciones, testimonios, pero también con fotografías en donde se la muestra como en este caso, con la máquina de escribir junto a sus fichas de palabras. Reportaje que fue merecedor de numerosos premios en diversos festivales, además de proyectarse a través de los países en que tiene sede el Instituto Cervantes por todo el mundo.

Si el objetivo de María Moliner era llegar a cualquier rincón del mundo con la Cultura, este documental cumple su sueño.

El escritor premio Nobel, Gabriel García Márquez definió su diccionario como “el más completo, útil, y divertido de la lengua española”.

Fue candidata a ocupar un sillón de la Academia en 1972, que, de haberse hecho realidad, hubiese sido la primera mujer académica. “Mi único mérito es el diccionario” llegó a declarar cuando fue presentada su candidatura, todavía en plena dictadura, quizá deseando no desafiar a los poderes públicos de entonces, que hubiesen podido poner en relieve su actividad cultural durante la República y la Guerra Civil.

Para terminar, quiero destacar la dedicatoria que plasmó en su magna obra, en la cual pedía perdón a su familia por el tiempo que había dejado de prestarles y la atención que les había robado. Ejemplo de sencillez y de humildad. Queda bien patente la calidad humana y la valía personal a la vez que intelectual de María Moliner.

  • ×      Imprescindibles. “Tendiendo palabras” RTVE. La 2. María Moliner
  •     Entrevista a Vicky Calavia. "Maria Moliner. "Tendiendo palabras" You tube.

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