He decidido centrar mi reto núm. 2 en María Moliner.
¿El porqué de esta elección? Me parece una persona que
hay que elevar al pódium de mujeres-ejemplo con mayúsculas gracias a la
trascendencia de su obra y a su enorme mérito personal y humano. Fue un modelo
a seguir de trabajo titánico donde los haya. Su personalidad fuerte, de enorme
valentía y determinación la llevaron durante más de 15 años a elaborar un
diccionario, ella sola, haciendo gala de una enorme paciencia en llevar su
empeño y culminando así una obra única, exhaustiva, meticulosa, perfeccionista, y de inmenso
valor en su utilidad práctica, así como riguroso y recopilatorio en la forma de
llevarlo a cabo. Una auténtica heroína.
He pensado en ella a raíz de un reportaje que emitió RTVE con ocasión de celebrarse en 2018, los 100 años de su nacimiento y recordar el gran impacto que me produjo su vida y su obra,
digna de todo merecimiento.
A casi todos nos sonará por su nombre y apellido, pero menos
de nosotros sabremos ubicar en realidad por qué debemos recordarla con
admiración y respecto, incluso con orgullo por haber elevado a la lengua
española a un nivel de precisión y de definición tan elevado. Tristemente es
una gran desconocida en nuestra historia cultural. En los primeros años de la
publicación del diccionario, el aplauso social fue minoritario y todavía años
después de su muerte producida en 1981, era una gran desconocida por la
mayoría, incluidos filólogos.
QUIÉN ERA MARIA MOLINER
Se la podría titular como la gran Señora de las Palabras.
Su biografía la define como filóloga, lexicógrafa y
bibliotecaria, y su obra magna: “Diccionario de uso del español”. Es este, un
diccionario de definiciones, de sinónimos, de expresiones, de frases hechas y
de familias de palabras.
Fue también una gran divulgadora, aspecto este menos conocido en su biografía, pues trasladó sus conocimientos en lo que llamaron Misiones pedagógicas, haciendo llegar en la República los conocimientos, el saber, a las personas más desfavorecidas o con más dificultad de acceso a ella.
¿Por qué la incluyo dentro de la categoría de recuperación
de historias de personas de gran valor, y sin embargo olvidadas o no
suficientemente reconocidas? Efectivamente ha dado su nombre a un
Diccionario, “El Moliner” o “El María Moliner” como se le conoce coloquialmente
y que así ha pasado ya a la historia vinculando su obra a su persona, y también
es cierto que en el peor de los casos esto podría no haberse producido, pero,
aun así, no fue reconocida en su justa medida, precisamente por el hecho de ser
mujer, y por tocarle vivir en una época como fue la franquista, que la recluyó
por motivos políticos. He de decir que mantuvo intactos sus ideales
republicanos, aún sin poderlos expresar.
Así vemos que sí se produjo una relegación por razón de género, y por causas ideológicas y sociales. En su caso
se suman todas ellas, porque las mujeres en la historia son las olvidadas de
los olvidados. De hecho, apuntar al respecto que no fue admitida en la Real
Academia de la Lengua Española a pesar de la enorme trascendencia de su obra.
Moliner estaba convencida de que la Cultura es un
vehículo de regeneración social, aspecto este que ella destacaba como revulsivo
para romper techos limitadores, tabús y roles adquiridos que tan solo sirven
para encasillar y diferenciar a las personas de manera discriminatoria.
Defendía la labor educativa y formativa de los
bibliotecarios rurales, así como el valor de la palabra, capaz de unir a las
personas en el entendimiento mutuo al que estamos llamados si queremos
progresar como individuos sociales.
El léxico para ella era la “herramienta” que ponía a
disposición del usuario no solo para definir el sentido de cada palabra, sino
también obtener información sobre sus construcciones con preposición, sobre sus
complementos habituales, notas sobre su uso, listas de sinónimos etc. Es decir,
el lector con esta herramienta total podía servirse tanto para comprender el
significado del término, como la de expresarse con él.
Introdujo además una nueva ordenación alfabética al
considerar las letras CH y LL como simples, decisión que la RAE no adapta hasta
1994.
El reportaje es precioso, muy poético. La forma en que aborda su persona, con declaraciones, testimonios, pero también con fotografías en donde se la muestra como en este caso, con la máquina de escribir junto a sus fichas de palabras. Reportaje que fue merecedor de numerosos premios en diversos festivales, además de proyectarse a través de los países en que tiene sede el Instituto Cervantes por todo el mundo.
Si el objetivo de María Moliner era llegar a cualquier
rincón del mundo con la Cultura, este documental cumple su sueño.
El escritor premio Nobel, Gabriel García Márquez definió su
diccionario como “el más completo, útil, y divertido de la lengua española”.
Fue candidata a ocupar un sillón de la Academia en 1972,
que, de haberse hecho realidad, hubiese sido la primera mujer académica. “Mi
único mérito es el diccionario” llegó a declarar cuando fue presentada su
candidatura, todavía en plena dictadura, quizá deseando no desafiar a los
poderes públicos de entonces, que hubiesen podido poner en relieve su actividad
cultural durante la República y la Guerra Civil.
Para terminar, quiero destacar la dedicatoria que plasmó en
su magna obra, en la cual pedía perdón a su familia por el tiempo que había
dejado de prestarles y la atención que les había robado. Ejemplo de sencillez y de humildad. Queda bien patente la
calidad humana y la valía personal a la vez que intelectual de María Moliner.
- × Imprescindibles. “Tendiendo palabras” RTVE. La 2. María Moliner
- Entrevista a Vicky Calavia. "Maria Moliner. "Tendiendo palabras" You tube.
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